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martes, 7 de septiembre de 2010

La curva RIAA.

Acabo de subir dos preamplificadores para fonocaptores magnéticos con compensación por curva RIAA. Hablemos un poco de esto.

Desde que comenzó la grabación de discos cada compañía grabadora tenía su propio standard y muchas veces la compensación de la curva de grabación era a gusto personal del ingeniero de grabación. Para 1948 había más de 100 curvas de grabación distintas. La más conocidas fueron: Columbia, Decca (EEUU), NAB (National Association of Broadcasters), Victor, FFRR.

Los equipos de más calidad de la época venían con varias curvas, pero era casi imposible hallarlas todas en un mismo equipo hogareño, por caro que fuese. La capacidad de corregir cualquier curva quedaba para los estudios de grabación y sus equipos profesionales de costo inalcanzable para un particular.

En 1952 se crea una asociación de los principales editores de discos: Recording Industry Association of America (RIAA). Hacia 1954 proponen un standard de grabación que fue aceptado, en principio, solamente en Estados Unidos de América. La curva resultó prácticamente la misma que venía utilizando la RCA con el nombre de Nueva Ortofónica. Esta cámara llegó a agrupar al 85% de la industria discográfica estadounidense.

Si bien resultó en una simplificación para el audiófilo, su aceptación no fue universal. En Europa Occidental se adoptó recién a fines de los años setentas. Países como Alemania y algunos de Europa del Este continuaron y continúan todavía con sus propias normas.

En 1976 la industria estadounidense propuso una nueva curva llamada "RIAA/IEC" con una nueva constante en los bajos extremos: 7950 μseg. No tuvo casi ninguna aceptación. Después, el interés por los vinilos fue desapareciendo, quedando una producción reducida para disc-jockeys y melómanos o audiófilos.

El por qué de la compensación de grabación.

En las frecuencia graves la excursión de la punta grabadora es muy grande, aumentando el ancho del surco. Esto hace que el tiempo de grabación en un disco de tamaño fijo quede reducido. Además, la púa de la cápsula reproductora se vería expuesta a severos esfuerzos y desgastes. Los ingenieros adoptaron desde un principio la atenuación de graves para la grabación, que luego sería corregida con un refuerzo de graves en la reproducción.

Por otro lado, el ruido de púa era muy alto en las frecuencias agudas y podía enmascarar a los armónicos superiores de los instrumentos musicales. Introduciendo un refuerzo de agudos se lograba pasar por encima del ruido y, al reproducir con un filtro reductor de agudos, el ruido de púa se vería muy atenuado con respecto a la señal grabada, muy reforzada. La excursión de la púa en frecuencias agudas es naturalmente mucho menor, dando lugar a la posibilidad de un refuerzo importante sin aumentar el ancho máximo del surco.

El principal defecto de este método era que un filtro reforzador de graves en la reproducción acentuaba el wow propio de los discos, sobre todo, los menos cuidados en su proceso de fabricación. Esto consiste en una frecuencia muy baja que surge de la excentricidad del agujero del disco. En discos comunes podía llegar al 3%. La industria de bandejas giradiscos, brazos y fonocaptores de calidad se encargó de minimizar este defecto, creando verdaderas joyas mecánicas y electromecánicas.

La fórmula que permite calcular la respuesta en dB a las distintas frecuencias de reproducción es la siguiente: (curva de reproducción, inversa a la de grabación)



La curva tiene las siguientes frecuencias de transición: 50,49 Hz, 504,90 Hz y 2.121,50 Hz.

Sigue una tabla con la respuesta del filtro de reproducción para algunas frecuencias. Las hay más detalladas, pero esta dará una idea más que suficiente:




Con posterioridad, se comenzó a comprimir el contenido de los discos comerciales comunes. Su rango dinámico no excedía los 70 DB. Salieron al mercado discos de alta calidad de rango completo, mucho más caros y reservados para obras de arte de categoría, como piezas clásicas u otros géneros de gran interés para los audiófilos (por ejemplo, conciertos de jazz de grandes estrellas)

Aunque la curva RIAA es la más ampliamente usada, un audiófilo puede encontrar grabaciones modernas que no están registradas con esta corrección. Esto se da en música clásica grabada en Alemania, en algunos casos. Lo mismo pasa con Rusia y algunos países de Asia.

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